EL CORPUS CRISTI Y EL BAILE DEL TOROGENTE Y EL LACIADOR EN EL PUEBLO SARAGURO

Es una tradición centenaria de las comunidades en el pueblo Saraguro, en el sur del Ecuador.

No se sabe con exactitud, cual es el origen de esta tradicional forma de celebrar. Se debe tomar en cuenta que los "torogentes" no sólo son personajes de esta fiesta, sino en todas las fiestas de origen cristiana católica, donde se viene practicando estas alegorías y sus bailes tradicionales.

Un hombre, cargado una armadura en madera liviana (tallo del chaguarquero o penco), cubierto de piel de bobino seco, adornado con banderines en el lomo, pasea y baila con gritos como: uuu, uuu, uuuuu.🎶..!!!, al son de la música tradicional (Chaspishka), acompañado del "laciador" que, es como un torero, vestido con pantalón largo, una capa, una gorra o boina y cubierto la boca con un pañuelo, portando un laso en sus manos, que pueden ser varias parejas de torogentes y laciadores, los que bailan frente a la casa del Prioste o del Mayordomo, devotos de los santos. En este caso del Corpus.

Esta tradición es infaltable en la celebraciones religiosas de las vísperas y quema de chamizas y el propio día de fiesta, en el momento de la procesión con la imagen religiosa.

Ahora con la modernidad, lo empezaron a llamar "vacas locas", aunque esa denominación provendría desde la visión hispana.

Su origen posible de estas manifestaciones, podría deberse a una recreación de las corridas de toros, que es una tradición eminentemente española; en consecuencia, estas representaciones se hicieron parte del convivir cultural y social de este pueblo.

Los "torogentes" llevan además un hisopo de tela, untado en cera o algún otro tipo de combustible en sus cuernos, mismos que se prenden en el momento del baile sea en las vísperas o en la procesión. Según la tradición, son los "laciadores" o toreros, los que se encargan de llevar el combustible y un mechero para prender fuego en el momento oportuno.

Sus bailes son alegres, llevan un tinte de mofa ante la gente que este cerca, donde el torogente hasta puede simular una corneada, pero el laciador es quien controla diciendo: "quietito mi torito"...!. Mientras hay música, ellos siempre deben bailar.

En ciertos casos, quienes construyen estos torogentes han sabido llevar piel de vaca fresca, piel fresca,  cuyo peso era ideal para tener mayor fortaleza frente a los demás.

Hay muchas cuestiones más que agregar e investigar sobre este tema, lo que hay que seguir investigando en la oralidad y la memoria de las personas mayores.